Más madera es la guerra

Así se sentía el bueno de Luis Climent antes de terminar el segundo día, los problemas del coche le tenían loco, para colmo, el polvo entraba por todas partes y parecía más un carbonero que un piloto de carreras. Las imágenes lo dicen absolutamente todo. Sainz seguía probando cosas para acercarse a Burns y a Gronholm, pero el día no terminaba aún. Los accidentes habían provocado un retraso importante en la carrera, había que correr el último tramo de noche. Los pilotos estaban preocupados, hay que tener en cuenta que el polvo quedaba en suspensión así que a todos, menos al que abría carrera, les tocó pelear con la noche y con el polvo.