Los Seat a trozos

Por atrás las cosas se pusieron feas para Seat, problemas mecánicos para dar y para vender. Hyundai perdía su último coche y muchos equipos pasaron por una especie de castigo divino con la dirección asistida.
Peugeot enseñaba los dientes y pedía a gritos ser el enemigo a batir en el Cataluña, sobre todo pensando en Panizzi, en Delecour y en el asfalto de las carreteras catalanas.
Y nosotros buscándonos la vida para comer,si esta es otra de la realidades, no es fácil comer en los rallies. Siempre está la opción de mendigar por los equipos, especialidad que cualquier periodista maneja a la perfección. Yo siempre he pensado que es puro instinto, no de supervivencia sino de trincar. Pero funciona es una regla no escrita que manejamos todos. La verdad es que donde mejor se comía era en Seat con Papitu. No es la primera vez que lo cuento, los equipos como Subaru y Ford cocinaban pasta, desayuno, comida y cena, todo el día pasta. Peugeot comida más internacional, pero Papitu lo hacia como mi abuela, variado, rico, de todo y en abundancia.
Esta es una de las grandes razones por las que lo último que queríamos en cualquier rallie es que Seat abandonara, como os decía antes puro instinto.