Llegar a Tiempo

Día 14

Enviar las imágenes a tiempo, esta era nuestra gran angustia y digo nuestra porque normalmente compartía envío con Chema. Nos toco hacer absolutamente de todo. Ahora frente a esta pantalla sigo siendo capaz de sentir el agobio que era no fallar en esta parte clave de todo el invento.

No llegar, no enviar era dar el día por perdido, todo pasaba por estar en el momento exacto en el punto preciso para enviar. Os parecerá quizás una parte menos importante, que lo interesante era tener imágenes de la carrera. Sí esto era importante pero si vosotros en casa al conectar la tele no os aparecía el rally no valía de nada el tener las mejores tomas.

Montecarlo, Inglaterra, Córcega, eran lugares fáciles no teníamos demasiados problemas para llegar, salvo cuando nos perdíamos.

En Suecia la cosa se ponía más difícil. Una casa de madera en mitad de un bosque, por la noche se escuchaba todo tipo de ruidos y de gruñidos.Una carretera cubierta de nieve y hielo El último envío siempre era de noche, nos la jugábamos por la carretera, no nos valía llegar tarde y veníamos de hacer las últimas entrevistas, no queríamos salirnos. Chema y yo teníamos la teoría, acertada que en el bosque había osos y lobos y no eran los mejores amigos para caminar de noche por la carretera. Tenía la sensación del niño del resplandor por el larguisimo pasillo solitario con el triciclo esperando el susto de las gemelas, que miedo ja ja.

En Indonesia eran musulmanes, los de la tele y la mayoría de la población.El primer día llegamos como siempre con las prisas, pero estaban rezando nos toco descalzarnos para entrar en el canal.

Después de una jornada completa de rally no es una buena idea pedirnos que nos quitemos las botas, especialmente las de Chema Nos lo pidieron, nos obligaron y cumplimos. El resto fue un caos, nos toco hacer todo a nosotros, ellos seguían mirando a la Meca.

Fue francamente divertido y aun no se como fuimos capaces de no meter la pata, otra de las grandes especialidades de la pareja Chema-Ponseti.

En Argentina teníamos que ir hasta Córdoba desde Carlos Paz, ahora es fácil, hace diez años toda una aventura. Con policías intentando aumentar su salario gracias a las ¨donaciones¨de incautos como nosotros.

En Kenya tenían el lío, porque era un lío, en dos pisos separados. El monitor donde veíamos las imágenes en el sótano. El betacam donde poner la cinta en el primer piso. Increíble, teníamos que llamarnos por teléfono con Chema para ver que estábamos enviando.

Cada uno en un piso, uno con la cinta, el otro viendo el monitor. Lo peor nadie sabía explicarnos la razón de este espanto, según parece algún jefecillo había tomado la decisión y así funcionaban.

Una de la situaciones más tremendas me toco vivirla en casa, en el Catalunya con Carlos Martinez de copiloto. Una vez más llegábamos tarde, a la entrada de Lloret de Mar nos pararon los Mossos. Intente sacar el actor que llevo dentro, totalmente compungido me arrepentí de todo y prometí no volver hacerlo nunca Ahí el cabroncete (con cariño) de Carlos le comenzó a decir al mosso que yo venia como un loco conduciendo y que él ya me había avisado.

No me lo podía creer, Martinez se aguantaba la risa y yo le quería matar. Afortunadamente el que se empezó a reír fue el mosso, nos dejo seguir y nos dijo que los dos estábamos locos, llegamos a tiempo.

El mejor envío era el de Australia, la chica de la televisión era una loca maravillosa que quería tener un novio de cualquier lugar del mundo que no fuera Australia. Salimos corriendo la situación se puso francamente muy peligrosa.